-Empecemos en plan lúdico: ¿Qué tal fueron las vacaciones?
-Desde que empecé con los profesionales hace dos años no había tenido vacaciones, ya que la vuelta a los entrenamientos coincidía siempre con el fin del año escolar. Pero ahora que ya acabé mis estudios sí las tuve.
-¿Y qué hizo?
-En principio contaba irme a Miami con algunos amigos futbolistas como Mertens o Chadli, pero me sugirieron que no fuera con ellos porque les podía estorbar a la hora de entrar a ciertos locales. Así que me quedé en casa y aproveché para recuperarme del todo de los problemas físicos de la temporada.
-¿Sus estudios han supuesto un freno a su explosión en el fútbol?
-Yo nunca lo he visto así. Si hubiera querido hubiera podido dejarlos pero quería demostrar que se podían compatibilizar con el fútbol. Lo conseguí pero ha sido difícil a veces, porque estar repasando las clases mientras tus compañeros descansan es duro. ¡Algunos días me venían ganas de tirar los libros por la ventana!
-Usted siempre quiso ser futbolista...
-Sí. Me cuentan que siendo muy pequeño le dije un día a mi madre: “¿Sabes? Cuando tenga dieciséis años seré futbolista profesional, ganaré mucho dinero y ya no tendrás que trabajar más”. Ella se rió, pero demostré que no estaba tan desencaminado.
-Debutó usted con el Anderlecht en Primera División con dieciséis años...
-Y fue ante el Standard, lo cual no estuvo mal. Desde el momento en que has probado el sabor de este tipo de partidos ya no puedes parar, quieres más. Y al año siguiente fuimos campeones, yo fui ‘pichichi’ de la liga y tuvimos algunas grandes noches en la Europa League, como ante el Ajax o el Athletic. Todo bien.
-El año pasado no fue todo tan bien. ¿Por qué?
-La eliminación en la tanda de penaltys contra el Partizan de Belgrado en la previa de la Champions League nos dejó tocados. Luego perdimos partidos clave como ante el Ajax, curiosamente, y contra el Standard en los ‘play-off’ de la liga.
-¿Por qué se negó a hablar con la prensa tras la pausa invernal?
-Mi padre siempre dice que cuando todo va bien un futbolista solo tiene amigos y admiradores pero que si algo va mal los palos caen de todos lados. Hay quien dice: “Claro, como que está todo el día haciendo anuncios, ya no está centrado”.
-¿Eso decían?
-Sí. En Bélgica no está bien visto que un futbolista haga publicidad, mientras que en otros lugares no pasa nada. En Brasil, Neymar hace muchos anuncios, y Messi tampoco se corta, lo cual no le impide brillar sobre el campo, que yo sepa. Y bueno, volviendo a mi ‘silenzio stampa’, creí que no era oportuno que hablara con la prensa durante aquel período.
-Desde que empecé con los profesionales hace dos años no había tenido vacaciones, ya que la vuelta a los entrenamientos coincidía siempre con el fin del año escolar. Pero ahora que ya acabé mis estudios sí las tuve.
-¿Y qué hizo?
-En principio contaba irme a Miami con algunos amigos futbolistas como Mertens o Chadli, pero me sugirieron que no fuera con ellos porque les podía estorbar a la hora de entrar a ciertos locales. Así que me quedé en casa y aproveché para recuperarme del todo de los problemas físicos de la temporada.
-¿Sus estudios han supuesto un freno a su explosión en el fútbol?
-Yo nunca lo he visto así. Si hubiera querido hubiera podido dejarlos pero quería demostrar que se podían compatibilizar con el fútbol. Lo conseguí pero ha sido difícil a veces, porque estar repasando las clases mientras tus compañeros descansan es duro. ¡Algunos días me venían ganas de tirar los libros por la ventana!
-Usted siempre quiso ser futbolista...
-Sí. Me cuentan que siendo muy pequeño le dije un día a mi madre: “¿Sabes? Cuando tenga dieciséis años seré futbolista profesional, ganaré mucho dinero y ya no tendrás que trabajar más”. Ella se rió, pero demostré que no estaba tan desencaminado.
-Debutó usted con el Anderlecht en Primera División con dieciséis años...
-Y fue ante el Standard, lo cual no estuvo mal. Desde el momento en que has probado el sabor de este tipo de partidos ya no puedes parar, quieres más. Y al año siguiente fuimos campeones, yo fui ‘pichichi’ de la liga y tuvimos algunas grandes noches en la Europa League, como ante el Ajax o el Athletic. Todo bien.
-El año pasado no fue todo tan bien. ¿Por qué?
-La eliminación en la tanda de penaltys contra el Partizan de Belgrado en la previa de la Champions League nos dejó tocados. Luego perdimos partidos clave como ante el Ajax, curiosamente, y contra el Standard en los ‘play-off’ de la liga.
-¿Por qué se negó a hablar con la prensa tras la pausa invernal?
-Mi padre siempre dice que cuando todo va bien un futbolista solo tiene amigos y admiradores pero que si algo va mal los palos caen de todos lados. Hay quien dice: “Claro, como que está todo el día haciendo anuncios, ya no está centrado”.
-¿Eso decían?
-Sí. En Bélgica no está bien visto que un futbolista haga publicidad, mientras que en otros lugares no pasa nada. En Brasil, Neymar hace muchos anuncios, y Messi tampoco se corta, lo cual no le impide brillar sobre el campo, que yo sepa. Y bueno, volviendo a mi ‘silenzio stampa’, creí que no era oportuno que hablara con la prensa durante aquel período.
"Drogba es mi ídolo"
-Hacía meses que su nombre aparecía como futurible de varios clubs de la Premier y al final ha acabado fichando por el Chelsea. ¿Qué le atrae de esa liga?
-El fervor, la pasión, el público... Allí saltas al campo, todo va a 110% durante los noventa minutos, sin complejos. Los jugadores piensan: “¡Somos los amos y os váis a enterar!” En Bélgica también deberíamos tener esa mentalidad.
-¿De dónde le viene su predilección por el Chelsea?
-Primero el color azul, que es mi favorito. Y luego el estilo de la época de Mourinho, aquel fútbol rápido, a uno o dos toques, con profundidad. Y con Didier Drogba para concretar. Es mi ídolo.
-¿Tiene otros?
-La verdad es que admiro la manera en que Cristiano Ronaldo compatibiliza el fútbol con lo que no es fútbol. No evita a los paparazzi y se le puede ver con Paris Hilton ahora y con Irina Shavk después. Y nada de ello le impide jugar al fútbol como lo hace. Lo que sorprende en todos los ‘cracks’ es que, a pesar del dinero que ganan, siguen dándolo todo para llegar a su único objetivo, que es ganar títulos. Creo que tengo esa misma mentalidad. Quiero ganar, ganar y ganar. Nunca me cansaré de ello.
-El portero Thibaut Courtois dejó el Genk y se marchó también al Chelsea, antes de ser cedido al Atlético de Madrid. ¿Qué le parece?
-Si usted pudiera elegir entre el Genk y el Atlético de Madrid, ¿qué haría? Yo le doy mil veces la razón a Courtois por haberse marchado a Madrid. En la liga española nadie le conoce y todos quedarán maravillados con él. En Bélgica, si bajara el nivel de sus actuaciones en relación al año anterior todo el mundo le criticaría. Así que estará bien en España primero y en Inglaterra después.
-El fervor, la pasión, el público... Allí saltas al campo, todo va a 110% durante los noventa minutos, sin complejos. Los jugadores piensan: “¡Somos los amos y os váis a enterar!” En Bélgica también deberíamos tener esa mentalidad.
-¿De dónde le viene su predilección por el Chelsea?
-Primero el color azul, que es mi favorito. Y luego el estilo de la época de Mourinho, aquel fútbol rápido, a uno o dos toques, con profundidad. Y con Didier Drogba para concretar. Es mi ídolo.
-¿Tiene otros?
-La verdad es que admiro la manera en que Cristiano Ronaldo compatibiliza el fútbol con lo que no es fútbol. No evita a los paparazzi y se le puede ver con Paris Hilton ahora y con Irina Shavk después. Y nada de ello le impide jugar al fútbol como lo hace. Lo que sorprende en todos los ‘cracks’ es que, a pesar del dinero que ganan, siguen dándolo todo para llegar a su único objetivo, que es ganar títulos. Creo que tengo esa misma mentalidad. Quiero ganar, ganar y ganar. Nunca me cansaré de ello.
-El portero Thibaut Courtois dejó el Genk y se marchó también al Chelsea, antes de ser cedido al Atlético de Madrid. ¿Qué le parece?
-Si usted pudiera elegir entre el Genk y el Atlético de Madrid, ¿qué haría? Yo le doy mil veces la razón a Courtois por haberse marchado a Madrid. En la liga española nadie le conoce y todos quedarán maravillados con él. En Bélgica, si bajara el nivel de sus actuaciones en relación al año anterior todo el mundo le criticaría. Así que estará bien en España primero y en Inglaterra después.
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